Excursión al "Paraíso de Leo". Yo no puedo decir lo mismo, porque para mí el paraíso de la pesca está en algún rincón del Litoral. Pero, salvando las diferencias de gusto, llegó el momento de conocer Chasicó, después de muchos años pensando en ir pero desistiendo por miedo a la distancia, al viento, al fracaso, en fin, a la relación costo-beneficio.
Fue el sábado 7 de noviembre de 2009 en una excursión con Hugo de Todo Pesca (Villa Urquiza) viajando en el motorhome de Néstor Natale.
Después de 12 horas de viaje, llegamos al inhóspito lugar. Impresionante todo: el paisaje, las salinas, las llamas y, por supuesto, esa enorme palangana hundida que es Chasicó.
Acá estoy con César, uno de los eventuales compañeros de trucker, un excelente tipo.
Y el guía Popeye, también supermacanudo y de lo mejor.
La verdad es que tocó un día muy ventoso, motivo por el cual la pesca se hizo bastante incómoda y eso llevó a que pueda registrar pocas fotografías.

De todos modos, cabe decir que salieron ejemplares de muy lindo porte y de una vitalidad nunca experimentada por mí al menos.

Acá un doblete que me parecía que iba a quebrarme la caña.

Esta fue la pesca de la tarde. La de la mañana ya estaba en tierra a esta altura del día, ya que paramos para comer algo y aprovechamos para dejar parte de la pesca para su limpieza. El saldo de la salida fueron 37 hermosas flechas de plata, pescadas todas a flote con mojarra viva, con brazoladas de 20 a 25 cm de profundidad. ¡Un lujo!

Volveremos algún octubre o noviembre próximo? Decime que sí, por Dios!